Gracias a la vitamina D podemos aumentar las defensas y el sistema inmunológico.
Según estudios, muertes por el nuevo coronavirus, estarían asociadas a deficiencia de Vitamina D.
La vitamina D ayuda a que el sistema inmune reacciones mejor contra elementos foráneos, por ejemplo contra virus o bacterias.
El adicional se obtiene a través de los alimentos y de los rayos del sol. Sin embargo en periodos de otoño o invierno es recomendable consumir vitamina D para reforzar las deficiencias de esta vitamina y fortalecer tu sistema inmunológico.
Tener un nivel adecuado de vitamina D en el organismo, contribuye a reducir el riesgo de infecciones respiratorios, incluyendo la bronquitis y la neumonía, al aumentar los niveles de péptidos antibióticos en los pulmones, según los científicos. Esto coincide con la observación de que resfriados y gripes son más comunes en invierno y en primavera, cuando los niveles de vitamina D son más bajos.
Descripción: Suplemento dietético
Composición: Cada capsula blanda contiene:
Vitamina A (Aceite de hígado de pescado) …………………………….….5000 IU
Vitamina D3 (Aceite de hígado de pescado) ………………………….……400 IU
Dosis: Para personas de 12 a más años de edad.
Tomar 1 capsula blanda diaria, de preferencia con los alimentos.
Vitamina A: Se ha informado que estimula la proliferación de células T-linfoides, mientras que inhibe la proliferación de células B y precursores de células B. En particular, la respuesta de los linfocitos es altamente dependiente de los retinoides. El ácido retinoico también ejerce un efecto sobre el equilibrio celular T-helper al suprimir el desarrollo de Th1 y mejorar el desarrollo de Th2. Además, se ha indicado que la deficiencia de vitamina A mejora la inflamación mediada por macrófagos al aumentar la producción de IL-12 e IFN-γ, pero altera la capacidad de los macrófagos para ingerir y matar bacterias. Existen datos clínicos que sugieren que la deficiencia de vitamina A en individuos infectados con VIH-1 contribuye a la mortalidad, la progresión de la enfermedad y la transferencia de la enfermedad materno-infantil (Field et al., 2002) El Panel Europeo concluye que se ha establecido una relación de causa y efecto entre la ingesta dietética de vitamina A y una función normal del sistema inmunológico.
Los efectos sistémicos de la deficiencia de vitamina A incluyen sequedad de la piel (hiperqueratosis folicular), pérdida de células caliciformes secretoras de moco en la tráquea y tracto respiratorio, y un aplanamiento generalizado de los epitelios (metaplasia escamosa, a veces con queratinización) en todo el cuerpo.
Vitamina D: juega un papel regulador en el funcionamiento del sistema inmunológico. Se identificó un receptor de vitamina D (VDR) en células colaboradoras tanto Th1 como Th2.
La 1,25 (OH) 2D reduce la respuesta inflamatoria de las células Th1, suprime la proliferación y la producción de inmunoglobulina y retrasa la diferenciación de los precursores de las células B en células plasmáticas, ejerciendo una acción inhibitoria sobre el sistema inmunitario adaptativo.
La 1,25 (OH) 2D aumenta la expresión de catelicidina (LL-37), un péptido antimicrobiano que se considera importante para el sistema inmunitario innato. El Panel Europeo EFSA concluye que se ha establecido una relación de causa y efecto entre la ingesta dietética de vitamina D y la contribución a la función normal del sistema inmunitario y la respuesta inflamatoria saludable.